miércoles, 25 de junio de 2008

Es querer y no encontrar el cuerpo ; es llorar y no saber por quién se llora ; es supirar por alguien que uno sabe que no merece los suspiros. Es una herida abierta que mana sin parar un hilito de sangre , y no hay nadie , nadie en el mundo , que traiga los algodones , las vendas o el precioso terrón de nieve.

F.G.L.