lunes, 1 de septiembre de 2008

Todo parecido con la realidad es pura casualidad

Llegas a casa tras un duro día. Subes las escaleras del portal, buscas las llaves en el bolsillo, encuentras la apropiada y abres el portal. Una señora muy amable te da las buenas tardes. Tu te limitas a sonreir y mover un poquito la cabeza.
Vives en un sexto piso. Asi que no te queda más remedio que acercarte hacia esa esquinita con un solo ascensor, presionar el botón y esperar a que el ascensor baje. Por suerte hoy está esperándote. Abres la puerta y pulsas el número 6. Entonces empieza a subir y subir, y ves como los números van cambiando, hasta llegar al 3. Se abre la puerta y un señor "demasiado arreglado" y con mirada huidiza se dispone a entrar, pero tú le dices que subes( y el baja), asi que se despide timidamente y la puerta se vuelve a cerrar.
Sigues esperando, y al fin, el número 6. Un poquito más cerca de casa.
El ascensor abre sus puertas ante aquella maravilla de piso alquilado, humedecido y con una luz amarillenta que al mirarte en el espejo del descansillo entre tu cara de enfermo y eso pareces hasta un "simpson".
Vuelta otra vez a mirar las llaves, y a buscar la correcta. No, esta no es. No , esta tampoco. Al fin. Se abrió la puerta de "tu" casa. Ante tus ojos tienes los restos de la pizza de ayer, tu perrito saltando de un lado para otro y la nevera medio vacía.(Habrá que ir a comprar algo, piensas) Pero luego ves un poco de pasta y tomate de bote en el armario que esta justo encima de tu cabeza y te piensas, podré aguantar por hoy.
[Bien, hasta ahora he hablado en segunda persona. Pero hablemos en primera.]
Miro el reloj. Son las 7.30 de la tarde. Es una tarde fria de invierno y ya es de noche. Lo único que me apetece es tumbarme en el sofá y ver un poco la tele.Lo que me queda de día quiero pasarlo tranquilito. Pongo los pies en la mesa, cojo el mando, enciendo la tele, hago un poco de zapping y al final me quedo en uno de esos programas tipo 50 x 15 . Este sofá es taaan sumamente cómodo que no puedo evitar coger posturilla y comienzo poco a poco a "clucar l'ull". Entonces entro en un ligerillo sueño hasta que algo me despierta. Maldito teléfono. Media sonámbula me levanto y llego hasta el bolso que dejé "a saber donde". Primero encuentra el bolso, luego encontrarás el móvil. Y el móvil que no deja de sonar, y la de al lado cada vez más cabreada porque tiene una de sus migrañas del copón, y yo que voy haciendo eses por los pasillos para ver donde lo dejé, hasta que veo que está en la entradita(si, hay entradita!)asi que remuevo y remuevo hasta que doy con el móvil.^
-¿Si?
-¿marta?
-¿si?¿quién es?